Taza hecha en grés esmaltada en varios colores Le Creuset. Sirve, además de para el café y té, para postres y helados. Durabilidad excepcional: resistente a los golpes y a las manchas. Superficie de esmalte no poroso: no absorbe olores ni sabores. Fácil limpieza. Apta para el horno, microondas, congelador y lavavajillas. No utilizar a fuego directo y evitar contrastes térmicos. De cerámica de alta resistencia: desde -18°C hasta 260°C. Mantiene tanto el calor como el frío. Lavar antes del primer uso. ¿Qué puedes hacer con esta taza de gres? Usar la taza para tu desayuno, un café largo o té de media tarde gracias a su buen tamaño. Disfrutar de bebidas calientes que se mantienen a la temperatura, gracias a la cerámica de gres. Preparar bebidas frías o calientes e incluso usarla en el microondas o congelador (siguiendo las indicaciones) gracias a su rango térmico amplio. ¿Por qué esta taza es una buena elección? Porque el gres de alta calidad retiene mejor el calor que una taza convencional, permitiéndote disfrutar más tiempo de tu bebida. Porque el esmalte interior y exterior ayuda a mantener la taza en buen estado y facilita la limpieza. Porque su tamaño de 0,35 L es versátil: ni demasiado pequeña ni excesiva, muy adecuada para el uso diario. Porque resiste desde temperaturas muy bajas hasta bastante altas, lo que amplía su utilización más allá del simple café. Tiene un diámetro de 9cm y una altura de 9.5cm. En 1925, dos industriales belgas se reunieron en la Expo de Bruselas: uno, especialista en esmaltado; el otro, experto en fundición. Juntos “descifraron el código” para esmaltar hierro fundido y llenar las cocinas de color. Juntos, los fundadores de Le Creuset marcaron el comienzo de una nueva era en el menaje de cocina. Después de su primera reunión, Armand Desaegher y Octave Aubecq acordaron colaborar y definieron el proceso básico de producción de la cocotte de hierro fundido esmaltado que aún usamos en la actualidad. Cuando crearon un prototipo funcional en 1925, nació Le Creuset. La pareja estableció una fundición en el pueblo de Fresnoy-le-Grand, a unas dos horas al norte de París. La fábrica se encuentra en un cruce de rutas de transporte, lo que facilita el suministro del hierro, el coque y la arena necesarios para la producción. Volcánico, el primer color de esmalte de Desaegher y Aubecq, inspirado en el tono naranja incandescente que presenta el hierro fundido líquido en el interior de los moldes de fundición, se ha convertido en su color insignia, si bien hoy en día Le Creuset varía y actualiza sus colores cada temporada. Recientemente Le Creuset ha incrementado su gama de producto a cerámica refractaria, otros utensilios de cocina y objetos de mesa.