La cosecha 2022 en Rioja estuvo marcada por contrastes climáticos significativos. El invierno trajo temperaturas extremadamente frías, con abundantes precipitaciones y episodios de nieve, incluyendo el impacto del fenómeno Filomena. El verano, en cambio, fue cálido y seco, aunque se registraron lluvias justo antes de la vendimia. Octubre destacó por ser un mes extraordinario, favoreciendo una cosecha heterogénea. Las condiciones climáticas presentaron una gran amplitud térmica, permitiendo alcanzar un equilibrio perfecto en las uvas.