El grano de trigo sarraceno* no es botánicamente un cereal, pero se puede considerar como tal. Al igual que los cereales, el grano de trigo sarraceno es un carbohidrato de absorción lenta que nos aporta energía estable y un nivel de glucosa en sangre óptimo para nuestro organismo. Procede de países fríos como Rusia y Polonia, donde se lo considera un alimento básico. La principal propiedad nutritiva del grano de trigo sarraceno es su contenido en rutina, un bioflavonoide que favorece el buen estado de los capilares sanguíneos y el sistema circulatorio en general, inhibiendo hemorragias, reduciendo la presión sanguínea y mejorando la circulación. Es rico en potasio, magnesio, calcio, fósforo, flúor, hierro y vitaminas del grupo B, por lo que se indica en casos de anemia, y procesos inflamatorios. También es interesante su contenido en ácidos grasos (oleico, linoleico y palmítico) que ayudan a eliminar el colesterol o combatir enfermedades cardiovasculares.