Mantiene la flora equilibrada y en orden. ¡Qué no es poco! Comemos con prisas y, muchas veces, no con la variedad que deberíamos. Y.. ¡confiesa! Algún precocinado siempre cae Asique aportar un refuerzo, ¡nunca viene mal! Tiene propiedades antibióticas y antifúngicas. Así lo afirma un estudio científico publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, en el que se demuestra que puede inhibir la proliferación de bacterias dañinas, como la salmonella y la E.Coli. Hace que el sistema inmune sea más fuerte, fortaleciéndolo de manera general. Nos ayuda a hacer una mejor y más rápida digestión, y el organismo los asimila muUucho mejor. Sintetiza mejor las vitaminas presentes de los alimentos. Es muUucho mejor aceptado por personas con intolerancia a la lactosa. ¡Y como extra, dos motivos para para probar el nuestro!