Les Genets procede de fincas de componente fundamentalmente arenoso en Savennieres, que dan lugar a un vino floral y con fruta blanca como la pera, pero también el membrillo y los cítricos. La fina mineralidad propia de la Chenin en suelo arenoso es evidente en boca y nos invita a seguir bebiendo. Un pequeño gran vino de guarda que recomendamos decantar y disfrutar a lo largo de la próxima década.