La magia del Palo Cortado va a ser... que no hay tal magia. Al menos en la actualidad y cuando Eduardo Ojeda (Don Eduardo Ojeda) está por medio. Porque este Palo Cortado 102, cómo el 75 y la 52 no sucede. Se planea. Se planea en la viña, Miraflores La Baja, de donde se seleccionan dos parcelas de cincuenta y ochenta años. Tras la vinificación se cria oxidativamente en botas jerezanas y barricas bordelesas, una selección de las cuales, de la cosecha 2010, se han embotellado con un encabezado suave apenas a 18º. Un vino totalmente integrado, bebible y refrescante, a la vez que complejo y largo. Un gran vino de tremenda versatilidad.