Se elabora con un nuevo prototipo alimentado por dos cámaras congeladoras que trabajan a -15ºC con ayuda de nitrógeno líquido. Esto mejora la congelación de las uvas, consiguiendo más celeridad y homogeneidad en el proceso. El mosto permanece fermentando en el depósito de acero inoxidable durante 2 meses y medio. Esta fermentación toma más tiempo del habitual, por la elevada concentración de azúcares. El resultado son vinos afrutados muy concentrados, dulces y refrescantes al mismo tiempo.