Olivia es un nuevo miembro de la familia Coalla, y no nos referimos a esta sidra de postre, sino a una niña risueña con ojos que llaman -como los del poema de Unamuno- nacida cuando estábamos inmersos en la preparación de esta sidra de postre. Como regalo de bienvenida para Olivia (la niña, no la sidra), se nos ocurrió ponerle a la sidra el nombre de la niña. Con el consentimiento de la madre, claro. A Olivia (la sidra, no la niña) nos la encontramos en una fantástica cata organizada por un buen amigo de Coalla, en medio de casi una veintena de sidras dulces de las más prestigiosas del mercado mundial procedentes de Canadá, Suiza, Nueva York, Reino Unido y por supuesto Asturias. Sidras de Hielo, sidras de Fuego, todo tipo de sidras de variedades de manzanas diferentes y valoradas a ciegas, para evitar cualquier influencia. Y sí, todos nos quedamos sorprendidos con esta sidra, Una sidra de postre especial, nuestra sidra de postre Olivia. Bienvenida (la sidra, y la niña).