El Esquilón es una parcela de apenas una hectárea, situada a 550 metros sobre el nivel del mar y plantada con Listán Negro y Tintilla. La roca madre volcánica confiere su mineralidad. La uva se despalilla y fermenta con levadura autóctoctona con bazuqueos manuales. Tras la fermentación, el vino macera durante diez días más, tras la cual se realiza crianza de un mínimo de 10 meses para luego embotellarse sin filtrar. Debido al pequeño tamaño de la parcela y los bajos rendimientos, es un vino con una producción muy reducida.