Ceremonial Angelic es perfecto para aquellos que quieran inicarse en el mundo del Té Matcha. Tiene un sabor muy suave y equilibrado, perfecto para los que se están iniciando, y lo mejor es que ofrece una energía sostenida gracias a su alto contenido de antioxidantes. Además, es un matcha cultivado en Japón y tiene certificación ecológica, lo que lo convierte en una opción saludable y deliciosa. Este matcha en particular pertenece a la variedad Kotobuki, que se caracteriza por su color verde intenso. Es una de las más ricas en antioxidantes, con 168.500 unidades ORAC por cada 100 gramos, y también destaca por su alta concentración de catequinas —alcanza los 12.200 mg por cada 100 gramos—, lo cual lo hace muy potente a nivel nutricional. Viene de Kagoshima, una región situada al sur de la isla Kyûshû, en Japón. Esa zona es conocida por su naturaleza exuberante, su clima cálido y húmedo, y por tener suelos volcánicos ricos en minerales. De hecho, las cenizas de varios volcanes activos aún contribuyen al crecimiento de las plantas de té, y eso se nota muchísimo en el sabor. Las hojas se recogen a mano en abril, solo las más jóvenes, y luego se cuecen al vapor para conservar toda su frescura. A partir de ahí se transforman en tencha y finalmente se muelen lentamente en molinos de piedra de granito. Para que te hagas una idea, producir solo 40 gramos de este matcha lleva una hora entera de molienda. Ese proceso artesanal es lo que garantiza su color vibrante, su aroma intenso y su sabor tan especial. Para prepararlo, lo ideal es tamizar entre 1 y 2 gramos en un bol para evitar grumos. Después se añade agua caliente —unos 70 a 100 ml a 80 °C— sin que llegue a hervir, porque eso arruinaría el sabor. Con un batidor de bambú, el chasen, se mezcla haciendo movimientos rápidos en forma de “M” o “W” hasta que se forme una espuma fina y homogénea. A partir de ahí, se puede ajustar al gusto, añadiendo más agua o incluso leche.