Uno de los pocos vinos 100 % Brancellao de la Ribeira Sacra, que recuerda a un vino de la Borgoña, con crianza de 6 meses en barrica nueva de roble francés y un frescor y expresividad propios de una desconocida variedad de enorme potencial y gran diferenciación. Limpio y brillante de color sorprendente. Con una nariz muy intensa y la complejidad de la fruta roja, las especias y los balsámicos del terruño (café y cacao). Este vino de agradable textura en boca se muestra franco y complejo con un paso por boca intenso, buena estructura y gran frescura que lo hace apetecible en cualquier momento del año.