La lubina fresca en el rango de 200 g a 300 g es una opción excelente para quienes buscan un pescado más pequeño, ideal para porciones individuales o para preparaciones más delicadas. Su carne es jugosa, suave y de sabor delicado, lo que la convierte en una excelente opción tanto para platos sencillos como para recetas más elaboradas.