Mantener la lente cubierta con una tapa cuando no esté en uso la protegerá de impactos, suciedad y polvo. Esta tapa a presión protege la parte frontal de la lente del polvo y daños. Dos garras de resorte en lados opuestos se enganchan en la rosca del filtro de la lente o en la rosca frontal de un filtro enroscado para mantener la tapa asegurada y la lente protegida.