En Concurso-Oposición, Francisco Ibáñez pone a sus personajes en una situación de competencia laboral extrema. La T.I.A. ha decidido aumentar su plantilla y convoca unas oposiciones para contratar nuevos agentes secretos. Mortadelo y Filemón, temiendo por sus puestos o simplemente queriendo demostrar su supuesta superioridad, deben participar en las pruebas junto a los nuevos aspirantes. El álbum es una sucesión de gags físicos donde los agentes deben superar pruebas de camuflaje, puntería, fuerza y astucia. Como es habitual, el caos se apodera del proceso de selección, con resultados catastróficos tanto para los protagonistas como para los examinadores y el propio Súper. Una sátira divertida sobre la burocracia y los procesos de selección.