Deliciosa autobiografía de Erich Kästner, uno de los autores alemanes más queridos del siglo XX. En este libro, Kästner rememora con ternura, humor y una fina observación su infancia en Dresde antes de la Primera Guerra Mundial. A través de anécdotas sobre su familia, la escuela y la vida cotidiana de la época, el autor no solo ofrece un retrato personal, sino también una crónica social de una Alemania que desaparecería poco después. Es una lectura entrañable que trasciende la etiqueta de "literatura juvenil" para convertirse en un testimonio humanista universal.