Diario de 1945: los últimos escritos del jerarca nazi que permaneció junto a Hitler hasta el final

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Descripción
Joseph Goebbels, ministro nazi de Propaganda e Ilustración y uno de los pocos líderes del partido con una mente original, mantuvo un diario de eventos e impresiones disparatados hasta el final del Tercer Reich. Recién ahora han salido a la luz las últimas entradas, un registro de los 39 días del 27 de febrero al 9 de abril de 1945. (Hitler se suicidó el 30 de abril, Goebbels el 1 de mayo). Reproducidas exactamente como las dictó, estas páginas representan un borrador sin revisar y, como resultado, aunque a menudo son torpes, repetitivas y sin pulir, retratan con sorprendente inmediatez la irrealidad y las ilusiones que rodearon al condenado Hitler. Incluso cuando los resúmenes de la situación militar que abren cada entrada describen los avances aliados, Goebbels predice un colapso de las democracias, cuyos esfuerzos de guerra, afirma, han llevado a la disensión interna y al malestar laboral. Consciente de que la victoria militar es imposible, se aferra a la posibilidad de un acuerdo político con la URSS y mira a la historia de las Guerras Púnicas y de Federico el Grande para reforzar su inútil esperanza de un milagro político. Como es habitual, su análisis de la superioridad militar soviética -mientras que los generales alemanes son demasiado viejos y "ajenos a nuestras formas nacionalsocialistas", los generales soviéticos "son fanáticos partidarios del bolchevismo y por eso luchan fanáticamente"- conduce a la fantástica decisión de reestructurar un ejército que ya no existe. Pero mucho más escalofriante es darse cuenta de que Goebbels, el propagandista, seguía trabajando, propagando el mito de Hitler. El Führer es el "eterno revolucionario rodeado de gente mediocre", que "percibe todo correctamente" en una visión "inimaginable para mentes militares más simples". Poco a poco, a fuerza de repetición, estas frases hechas adquieren una validez inquietante, y cuando habla de la resistencia física, mental y moral de Hitler, las palabras, por falsas que sean, suenan verdaderas en el contexto del mito. Hay mucho más de interés en el libro, pero este contacto palpable con la mitología nazi por sí solo lo convierte en una lectura obligatoria para el historiador o el lector interesado en comprender el nazismo