Diario de un cura rural sigue la vida de un joven sacerdote asignado a una pequeña y hostil parroquia en la región de Ambricourt, Francia. La novela está escrita en forma de un diario personal donde el sacerdote registra sus pensamientos, sus luchas interiores y sus interacciones con los feligreses, muchos de los cuales lo rechazan o se muestran indiferentes a su misión espiritual. A lo largo del relato, el cura, que padece una enfermedad grave, se enfrenta a la soledad, la incomprensión y la falta de fe de la comunidad, lo que lo lleva a cuestionar su propia vocación. Sin embargo, a pesar de las dificultades, su fe y su sentido del deber lo mantienen firme, y sus reflexiones alcanzan una profunda espiritualidad que contrasta con el sufrimiento que experimenta. Bernanos, conocido por su catolicismo ferviente, utiliza esta novela para explorar los temas de la gracia divina, la santidad cotidiana y el conflicto entre el bien y el mal. El protagonista se convierte en un símbolo de la lucha espiritual del hombre moderno, y su historia resuena como una meditación sobre el sentido del sacrificio y la redención.