En esta obra profundamente simbólica, Manuel Alfonseca nos lleva a un viaje a través de un mundo fantástico donde un joven busca el mítico Agua de la Vida, una fuente que, según la leyenda, tiene el poder de otorgar la inmortalidad. A través de pruebas y desafíos, nuestro protagonista descubrirá que, a veces, lo que más deseamos no es lo que necesitamos. Una historia para reflexionar sobre la vida, la muerte y el valor de las decisiones que tomamos.