Un ensayo colectivo y provocador que reflexiona sobre la crisis y el futuro de la historiografía. Los autores plantean cómo la disciplina histórica debe reinventarse en un mundo digital y globalizado, donde la memoria compite con la historia y las narrativas tradicionales se fragmentan. Es una lectura exigente y necesaria para estudiantes, académicos y cualquier persona interesada en cómo construimos nuestro relato del pasado.