Joaquín Sabina, el inquieto por la cosa social y política, publica entre 2013 y 2016 en Tintalibre y ahora se recogen en este libro unas radiografías a pluma de la España de esos años. ¿Con qué intención? La expresaba en el primer poema de la serie: «En la tinta más libre del tintero, vuelvo a mojar mi pluma irreverent y, en román paladino, grito ZbastaZ». Contra la corrupción son continuos los zarpazos, se moja sin atenuantes en el problema de la inmigración, aunque también los hay de naturaleza lírica, con hallazgos dignos del mejor Sabina. Pero lo sustancial de aquellas colaboraciones en Infolibre son los poemas de crítica social y política que sitúan a Sabina en la órbita de la poesía satírica de hondas raíces en la literatura española. Y el mérito de estos poemas de Sabina no estriba solamente en la osadía y pertinencia de sus críticas sino, en paralelo, en sus habilidades literarias. Sabina, al agredir y denunciar corrupciones, abusos e injusticias, al escribir poesía enfurecida, lo está haciendo con labios como espadas.