La geografía radical, humanista, o postmoderna coinciden todas ellas en un rechazo de postulados esenciales del positivismo. Esas corrientes han permitido descubir dimensiones nuevas muy valiosas, pero en algunos aspectos han llegado, tal vez, a su agotamiento. Muchos indicios muestran en las ciencias sociales una nueva valoración de los postulados positivistas, que se hacen necesarios para dar mayor rigor a las explicaciones y por la necesidad de buscar nuevos marcos de análisis para integrar e interpretar la multitud de datos que hoy están disponibles. La necesidad de nuevos marcos de análisis se hace grande por los importantes cambios que se han producido en el mundo y en la ciencia. El desarrollo de la ciencia y de la técnica plantean nuevos retos a los geógrafos y a todos los científicos sociales, y se necesita reflexionar sobre ellos y adoptar estrategias para enfrentarnos a los mismos.