El autor Santos Alcocer quedó en zona roja tras el Alzamiento del 18 de julio y por los admirados demócratas fue perseguido y detenido un par de veces. Acusado falsamente de espionaje fue trasladado a Barcelona donde conoció las delicias del SIM en el barco Villa de Madrid. Poco después fue condenado a muerte por el Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición. Pasó a la cárcel Modelo de donde fue sacado por la noche del 24 de enero de 1939. Recorrió a pie en una columna que recordaba a las clásicas cuerdas de presos que conoció nuestra piel de toro varios pueblos de Barcelona y Gerona.