La historia me absolverá

La historia me absolverá es el famoso alegato de autodefensa pronunciado por Fidel Castro el 16 de octubre de 1953, durante el juicio por el asalto al Cuartel Moncada, un intento fallido de derrocar al régimen de Fulgencio Batista. Aunque Castro era abogado y se le negó el derecho a la defensa propia al principio, finalmente le fue permitido presentar este discurso, que se convirtió en un documento fundacional de la Revolución Cubana. En él, Castro expone una profunda crítica al gobierno de Batista, denunciando la corrupción, la pobreza, la injusticia social y la represión que sufría el pueblo cubano. Articula un programa político detallado para la futura Cuba, que incluía reformas agrarias, educativas y sanitarias, así como la nacionalización de servicios públicos. Más que una defensa legal, es un manifiesto político y una hoja de ruta para la revolución, culminando con la célebre frase que da título al discurso, expresando su confianza en que el juicio de la historia sería favorable a su causa.