En esta novela, Torrente Ballester juega con el misterio y la reflexión filosófica a través de la figura de un decano universitario cuya muerte desencadena una serie de intrigas. La obra mezcla el tono detectivesco con la exploración del poder y la academia, mostrando la lucha de egos, los intereses personales y la corrupción moral dentro del ámbito universitario. Con una prosa elegante y un tono crítico, el autor desmenuza la hipocresía de ciertos círculos intelectuales mientras mantiene en vilo al lector con una trama bien construida y llena de matices.