La novela, publicada en 1955, relata la historia de Paulina, una mujer de mediana edad que experimenta un cambio radical en su vida. Paulina se separa de su marido (cuyo matrimonio es invalidado) y decide emprender un camino de independencia y autoafirmación en Madrid, en una época poco propensa a la autogestión femenina. El núcleo de la trama reside en su profunda transformación: una mujer madura e inteligente que, habiendo crecido con una postura crítica hacia la Iglesia (debido a experiencias familiares traumáticas), decide, contra todo pronóstico y a través de un misticismo religioso, abrazar la fe católica. La obra de Laforet es una indagación sobre la libertad de la mujer y su capacidad para forjar su propia identidad y destino, incluso cuando ese camino la lleva a una conversión religiosa que la convierte en una "mujer nueva".