Este libro es una obra fragmentaria, compuesta por aproximadamente quinientos fragmentos de diarios, aforismos y observaciones íntimas que Pessoa fue escribiendo entre 1913 y 1935. Publicada póstumamente en 1982, presenta una autobiografía sin hechos: un mosaico introspectivo en el que el narrador vive en Lisboa como ayudante de contable, y reflexiona sobre la alienación, la identidad, el tedio existencial y la ciudad que lo rodea. El protagonista narra su vida como una sucesión de momentos interiores, situaciones cotidianas y reflexiones que trascienden la rutina. Cada fragmento, independiente pero conectado emocionalmente, revela una sensibilidad poética y filosófica que desafía la lógica lineal de la narrativa. Lisboa, sus calles, sus cafés y sus sombras se convierten en escenario de un yo fragmentado, siempre sintiendo la profunda inquietud del existir moderno. La obra no sigue una trama convencional: es más bien un ejercicio de conciencia, un refugio en el que la literatura sirve como gesto de resistencia ante la futilidad del mundo. Es una lectura que invita a detenerse, a saborear cada frase como una verdad evanescente, y a aceptar que lo que importa no es lo que ocurre, sino cómo se siente en el silencio del día a día.