Los ángeles perdidos es una conmovedora crónica periodística del gran reportero de guerra Manu Leguineche. El libro pone el foco en las víctimas más vulnerables de los conflictos armados: los niños. Centrándose principalmente en la guerra de Bosnia y el asedio de Sarajevo, pero con referencias a otros conflictos globales, Leguineche da voz a la infancia robada. A través de historias individuales, como la del niño Igor Spacic mencionado en la contraportada, el autor denuncia la brutalidad, el sufrimiento y las secuelas físicas y psicológicas que la guerra imprime en los más pequeños. Es un testimonio desgarrador y necesario sobre la crueldad humana y la inocencia perdida.