En esta encantadora y divertida obra autobiográfica, Gerald Durrell narra sus años de infancia en la isla griega de Corfú junto a su excéntrica familia. A través de los ojos de un niño fascinado por la naturaleza, el lector es transportado a un mundo lleno de animales exóticos, personajes pintorescos y aventuras inolvidables. Este libro no solo es un homenaje a la vida silvestre, sino también una celebración de las peculiaridades familiares y del encanto de la vida simple en un entorno natural. Durrell mezcla humor y ternura en una obra que ha cautivado a generaciones.