Aires de la frontera. Nació en Texas, donde aún conserva un rancho ruinoso, pero su hogar es una furgoneta llena de abolladuras y manchada por el polvo de cualquier camino. Viste camisa a cuadros y pantalones vaqueros, calza botas altas, se toca con un viejo sombrero Stetson y silba quedamente tonadas que recuerdan el brillo de las estrellas. Es Jack Carmine, un hombre de casi cincuenta años que vive ajeno al tiempo y aunque en su vida hay algo que no funciona bien, nadie podrá olvidarle, porque Jack ha sabido enseñar a los que amaba cómo amarse así mismos. . Ediciones B. España. Año 1996.