Esta mascarilla, enriquecida con reina de los prados, es reconocida por sus efectos antibacterianos y antiinflamatorios. Además, incluye probióticos que facilitan la regulación del microbioma. Desde el primer uso, logra absorber el exceso de grasa y limpiar profundamente la piel. Su composición incluye una combinación de arcillas verdes y blancas, que se encargan de purificar y minimizar la apariencia de los poros. Estas arcillas son apreciadas por su capacidad para suavizar, desintoxicar y equilibrar la piel, dejándola con un aspecto limpio y saludable. Su textura cremosa se retira con facilidad, dejando en la piel una fragancia fresca de hierbas recién cortadas y un toque de almizcle blanco. Resultado: impurezas eliminadas, con una piel más limpia y poros menos visibles. Además, su formulación está diseñada para ayudar a controlar el exceso de grasa. Contiene un 96% de ingredientes naturales.