Un recorrido al aire libre por la Costa Mediterránea. La brisa suave acaricia la dermis, aportando una renovada vitalidad. Se siente la proximidad del mar, visible a la distancia. Las maestras perfumistas, Karine Dubreuil y Mathilde Bijaoui, han creado una fragancia que combina un trío de cítricos que se dejan llevar por el viento, potenciado con aceite esencial de Cedro, conocido por sus propiedades revitalizantes. Las notas frescas de la pulpa del cedro se integran con un toque sutilmente amaderado de la corteza. Este frescor alcanza su máxima expresión al entrelazarse con las notas aromáticas de cardamomo, albahaca y tomillo.