Este aceite esencial de lavanda tiene cualidades limpiadoras y refrescantes, así como un efecto calmante y antiinflamatorio en la piel, el cuerpo y la mente. La lavanda trata los problemas de acné, dermatitis, eczema y psoriasis. Además, alivia dolores de cabeza, migrañas e insomnio. También se utiliza como tónico para el crecimiento del cabello y para tratar la ansiedad, depresión, tensión nerviosa y estrés. PRECAUCIONES: - No apto para bebés. - No usar en mujeres embarazadas ni en periodos de lactancia. - Aconsejable realizar una previa toma de contacto en la piel para descartar posibles reacciones alérgicas. - No aplicar directamente sobre la piel sin diluirlo previamente en un aceite base (de oliva, sésamo, jojoba, etc.) o en una crema.