28 (Eau de Parfum) – Lorenzo Pazzaglia. Un perfume que no busca marcar grandes fechas, sino rendir culto a las pequeñas cosas que nos hacen sonreír cada día. Familia olfativa: Oriental amaderada gourmand Notas de salida: Banana, ciruela, nuez Notas de corazón: Cognac, hoja de tabaco, haba tonka, canela Notas de fondo: Vainilla, ládano, haba tonka, vetiver, sándalo Perfumista: Lorenzo Pazzaglia Año de lanzamiento: 2023 Una celebración de la vida y del amor eterno “28” es mucho más que un número para Lorenzo Pazzaglia: es un símbolo vital, una cifra impregnada de amor, destino y plenitud. Representa los hitos de su vida, el inicio de su historia de amor y la continuidad de su carrera artística. En numerología, el 2 es la unión y el 8 es el infinito; juntos conforman “la pareja eterna”. Esta inspiración personal se traduce en una fragancia cálida, envolvente y vibrante que destila gratitud, alegría y amor a la vida. El alma de un creador apasionado Lorenzo Pazzaglia, conocido por su enfoque emocional y sensorial de la perfumería, ha volcado en “28” su universo más íntimo. Este perfume es la síntesis de su madurez creativa: sofisticado, genuino y con una personalidad luminosa. Su composición nos invita a detenernos, respirar y disfrutar de la belleza efímera de cada instante. Notas de salida: el dulce amanecer de la felicidad Desde el primer instante, “28” sorprende con una salida cálida y frutal donde la banana madura se funde con la jugosidad aterciopelada de la ciruela. La nuez aporta un matiz gourmand, sutil y cremoso que recuerda a una caricia suave sobre la piel. Este comienzo, alegre y despreocupado, transmite una sensación de bienestar inmediato, como si el día comenzara con un rayo de sol atravesando la ventana. Notas de corazón: el abrazo del recuerdo El corazón de la fragancia despliega un aura embriagadora de cognac y hoja de tabaco, envuelta por la dulzura especiada de la canela y la calidez balsámica del haba tonka. Es en esta fase donde “28” se torna más íntimo y emocional: el aroma del tabaco remite a la nostalgia de momentos compartidos, mientras que el cognac evoca celebración, brindis y risas entre seres queridos. El resultado es una atmósfera confortable, elegante y profundamente humana. Notas de fondo: la eternidad en la piel La base se revela densa, sensual y duradera. La vainilla acaricia los sentidos con su dulzura cremosa, el ládano aporta un toque resinoso y dorado, y el sándalo junto al vetiver anclan la composición con un susurro terroso y espiritual. El haba tonka, presente también en el corazón, reaparece con su carácter almendrado y envolvente, prolongando el eco cálido de la fragancia durante horas. Es una despedida suave, como un adiós lleno de gratitud. Un perfume que habla del presente “28” no pretende ser un perfume de ocasiones especiales; es, más bien, un compañero diario. Una fragancia para quien entiende que la felicidad se encuentra en lo sencillo: una conversación, una mirada, un amanecer. Es un recordatorio olfativo de que cada día encierra su propio motivo de celebración. Versátil, elegante y profundamente humano Su estructura equilibrada y su naturaleza gourmand-amaderada lo convierten en una fragancia versátil, perfecta tanto para él como para ella. Su calidez reconfortante lo hace ideal para el otoño y el invierno, aunque su luminosidad frutal permite disfrutarlo también en noches de verano. Con una proyección media-alta y una excelente persistencia, deja una estela magnética y acogedora. El frasco: un símbolo de eternidad El diseño del frasco de “28” refleja la estética refinada y moderna de Lorenzo Pazzaglia: líneas limpias, detalles dorados y una presencia que transmite lujo discreto. Cada elemento del envase —desde su tipografía hasta el tapón— ha sido pensado como metáfora de la conexión entre amor y tiempo, entre el instante y la eternidad. “28” es, en definitiva, una oda al amor, a la vida y a la plenitud del ahora. Una fragancia que transforma lo cotidiano en extraordinario y convierte cada respiro en una celebración.