La noche es el momento para ofrecer a la piel aquellos mecanismos de defensa y reparadores que permiten recuperar el confort perdido. Hidrata y nutre, reduce arrugas y líneas de expresión, reafirma y mejora la elasticidad de la piel. La piel estresada recupera su equilibrio, las defensas naturales se refuerzan y aumentan los niveles de energía celular para que, por la mañana, los rasgos de fatiga hayan desaparecido. Previene manchas, mitiga rojeces, calma, estimula la recuperación del tono y la luminosidad natural, para que la piel amanezca lisa, uniforme y luminosa, el cutis esté fresco y sin rastro de cansancio. MODO DE EMPLEO Aplicar cada noche sobre todo el rostro, cuello y escote, con suaves masajes ascendentes, hasta su completa absorción. INDICACIONES Pieles que necesitan un tratamiento reparador de noche. Pieles con necesidad de nutrición.