Es una leche infantil diseñada para acompañar a los peques entre 1 y 3 años, como paso previo a la leche de vaca. Les aporta la energía que necesitan cada día, con una combinación equilibrada de nutrientes clave: Grasas buenas que ayudan al desarrollo del cerebro y aportan energía. Proteínas de calidad, que son básicas para crecer bien y fortalecer los músculos. Hierro, que apoya su desarrollo intelectual y la formación de glóbulos rojos. Calcio y vitamina D, que cuidan sus huesos y dientes desde pequeñitos. Vitaminas A, C y zinc, que refuerzan sus defensas naturales. Y como su barriguita aún es delicada, su fórmula incluye ingredientes que cuidan su sistema digestivo, como una mezcla de prebióticos y probióticos que ayudan a mantener una flora intestinal sana. También contiene componentes similares a los que se encuentran en la leche materna, lo que la hace aún más completa y cercana a lo natural. Sin azúcares añadidos ni aceite de palma, y con menos grasas saturadas que la leche de vaca, es una opción más saludable y adaptada a esta etapa de crecimiento.