Tras la instalación en el saco conjuntival, Lubristil solución entra en contacto con las lágrimas y forma una capa transparente, lubricante y viscosa que, reduciendo la fricción debida a los movimientos oculares y al parpadeo, alivia los síntomas de sequedad, asimismo garantiza la protección de la superficie ocular durante el proceso de cicatrización tras heridas o abrasiones .