La vitamina B1, B2, B6 y B12 contribuyen al metabolismo energético normal. La vitamina C, E, zinc y selenio contribuyen a la protección de las células frente al daño oxidativo, protegiendo al cuerpo de los radicales libres. Los polifenoles de la oliva contribuyen a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo.