Sistema nervioso, concentración, memoria. Visión. Depresión posparto. Colesterol. Salud cerebral. Artritis. Ayuda a mantener saludable el sistema nervioso. Previene los estados depresivos. Ayuda al desarrollo del cerebro, a tener mejor concentración y mejora la visión. Es útil en la depresión posparto. Baja el colesterol y es un preventivo de la salud cardiovascular. Es útil en artritis por su carácter antiinflamatorio. Mejora la demencia senil y el Alzheimer y el riesgo de padecerlo. Es de utilidad como preventivo de catarros. Como preventivo de niños prematuros. Disminuye el riesgo de padecer un tumor, especialmente de mama y próstata. Las principales acciones de omega-3 son la prevención de trastornos cardiovasculares y el control de los niveles de triglicéridos y colesterol. También son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema nervioso. El consumo de EPA se asocia principalmente con la protección de la salud cardiovascular: disminuye los triglicéridos y colesterol sanguíneo; disminuye la presión vascular; tiene efecto antitrombótico y efecto antiinflamatorio; es protector de arritmias cardiacas; posee efecto hipotensor al relajar la musculatura vascular. Se recomienda suplementación de EPA en individuos hipertrigliceridémicos, hipercolesterolémicos, hipertensos o con patologías inflamatorias crónicas. El consumo de DHA es fundamental para la función del sistema nervioso y visual: facilita el trabajo neuronal; las funciones de aprendizaje y memorización; desarrollo de la inteligencia; protege las neuronas previniendo su muerte prematura; en enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, Parkinson… En el embarazo disminuye la incidencia de diabetes gestacional y depresión posparto, y en el bebé mejora agudeza visual y percepción de colores. Se recomienda suplementación de DHA: durante la gestación y lactancia, prematuros, enfermedades neurodegenerativas, alteraciones de fertilidad masculina y alteraciones de comportamiento.