En infecciones en general, pero especialmente en las del tracto respiratorio, gripes, catarros, otitis, sinusitis y para aumentar las defensas del organismo en personas con el sistema inmunológico debilitado. PROPÓLEO (Apis mellifica) Sustancia resinosa natural procedente de las yemas y cortezas de diversas especies vegetales, que las abejas acumulan en la colmena y modifican por el aporte de cera y secreciones salivares. Tiene una composición sumamente compleja: resinas, ceras, aceites esenciales, polen, minerales, oligoelementos y vitaminas. Además contiene ácidos orgánicos, ácidos fenólicos, aldehídos aromáticos, cumarinas y flavonoides. Destaca entre otras por sus propiedades antioxidantes, bacteriostáticas y bactericidas, antivirales, fungicidas, inmunoestimulantes, regeneradoras o cicatrizantes y antiinflamatorias. La acción bacteriostática y bactericida ha sido demostrada frente a algunos estafilococos, estreptococos, salmonellas y sobre Bacillus subtilis, Proteus vulgaris y Escherichia coli B. Está directamente relacionada, entre otras sustancias, con el ácido benzóico, ácido ferúlico, galangina y pinocembrina. Esta actividad es más notable frente a bacterias Gram+. También se ha demostrado su actividad frente a ciertos virus de la gripe. EQUINÁCEA (Echinacea purpurea) Entre sus principios activos destacan las alcamidas, los derivados ácidos fenólicos, como el ácido cítrico, y los polisacáridos. Su interés en terapéutica se desarrolló cuando se demostraron sus propiedades inmunoestimulantes. Su acción es inespecífica y se debe a la activación de las células del sistema inmune (macrófagos, granulocitos y leucocitos) y de mediadores liberados por células del mismo sistema. Así, la Echinacea: Aumenta la capacidad fagocítica de los macrófagos y los granulocitos. Aumenta la fagocitosis de virus, bacterias y células tumorales mediante un efecto opsonizante. Potencia la liberación de citoquinas, por ejemplo, el factor de necrosis tumoral (TNF), la interleuquina 1 (I1) y la interleuquina 6 (I6). Aumenta la liberación de radicales de oxígeno por los macrófagos, los cuales están destinados a destruir determinadas estructuras como ADN, ARN, proteínas, lípidos, etc., que son elementos estructurales de los microorganismos. Estimula los linfocitos T colaboradores. Ejerce una actividad virustática que puede atribuirse a un efecto interferón. Efecto profiláctico sobre recidivas y ayuda en la mejoría de los síntomas de estas afecciones respiratorias y procesos gripales.