Las semillas de albahaca gigante genovesa (Ocimum basilicum) permiten obtener una variedad de hojas anchas y muy aromáticas, perfecta para su uso en la cocina como condimento natural. Su característico sabor fresco la convierte en un ingrediente imprescindible en recetas mediterráneas, especialmente en salsas, ensaladas y platos de pasta. Además de su valor gastronómico, es una planta que aporta frescura y verdor a huertos urbanos, terrazas y jardines. Cultivo de la albahaca gigante genovesa El cultivo de la albahaca gigante genovesa es sencillo y no requiere cuidados complicados. La siembra se realiza de marzo a mayo, directamente en el terreno o en semillero. Cuando las plántulas tienen el tamaño adecuado, se recomienda trasplantarlas a un marco de 50 x 10 cm, garantizando un buen desarrollo. La cosecha puede iniciarse a partir de los 5 meses, momento en el que sus hojas alcanzan el tamaño y aroma óptimos. Usos culinarios de la albahaca genovesa Esta variedad de albahaca es especialmente apreciada en la gastronomía italiana y mediterránea. Sus hojas anchas y muy fragantes son la base del tradicional pesto, además de un complemento ideal para pizzas, ensaladas frescas, sopas, carnes y guisos. Cultivar esta planta en casa asegura disponer siempre de un condimento fresco y natural que realza los sabores de cualquier plato. Una planta práctica y decorativa Además de sus usos culinarios, la albahaca gigante genovesa es una planta ornamental que puede cultivarse en macetas, bancales o pequeños huertos. Su follaje verde intenso y su porte compacto aportan un toque decorativo a cualquier espacio, convirtiéndola en una opción versátil para quienes desean unir jardinería y cocina casera en un solo cultivo.