Esta elegante figura de polirresina encarna la fusión perfecta entre el arte moderno y lo tradicional. Con su acabado que imita la textura del mango, esta escultura aporta un toque de sofisticación y serenidad a cualquier estancia. Su diseño delgado y estilizado evoca la esencia de lo humano en su forma más esencial. La base de madera realza su presencia, convirtiéndola en una pieza central que invita a la reflexión y al disfrute visual. Ideal para quienes buscan una decoración que inspire y deje huella en el ambiente.