Esta figura de pez en metal blanco evoca la serenidad del océano, añadiendo un toque marino a cualquier espacio. Con su diseño detallado y acabado en tonos sutilmente desgastados, es una expresión artística que captura la esencia del mar. Perfecta para dar vida a una estantería o mesa, su presencia aporta un aire de tranquilidad y sofisticación. Ideal para quienes buscan una decoración única que transmita calma y elegancia.