¿QUIÉN VA ALLÁ? Algunos patrullan pueblos y ciudades o custodian las caravanas de viajeros y sus mercancías. Los hombres y mujeres que eligen ser protectores profesionales son de diversas formas y tamaños, con distintos niveles de habilidad. La mayoría son buenos y honestos servidores de la ley, pero alguna que otra persona corrupta puede manchar la reputación exigiendo sobornos o algo peor. En algunas ciudades-estado, los guardias son poco más que una herramienta de la avaricia de un señor cleptocrático. Aun así, cuando la horda de orcos llega a las puertas de la ciudad, ¡son mejor que nada!