Wallenstein, Fernando II, Gustavo Adolfo, Richelieu u Olivares, personajes fascinantes, están aquí presentes, como también lo está la terrible experiencia de los soldados y civiles anónimos, que trataron desesperadamente de mantener vida y dignidad en circunstancias imposibles. Este segundo volumen abarca las fases sueca y francesa del conflicto. Wilson expone la intervención de Gustavo Adolfo con rigor y análisis crítico, sin concesiones a la propaganda del León del Norte. Del éxito de Breitenfeld nos conduce a su duelo contra Wallenstein y a su muerte en Lützen. Sigue un capítulo que abarca la caída del generalísimo de Fernando II y la decisiva intervención española que condujo a Nördlingen. Este segundo tomo incluye, asimismo, un relato pormenorizado de las campañas y batallas de la fase final del conflicto: las luchas de Bernardo de Sajonia-Weimar en el Rin, los triunfos suecos en la segunda batalla de Breitenfeld y en Jankau, las campañas de Enghien y Turenne contra Baviera y la lucha en los Países Bajos Españoles, con Rocroi como punto álgido. No falta una descripción analítica de las negociaciones y las consecuencias de la Paz de Westfalia, uno de los hitos de la historia de las relaciones internacionales. Wilson tampoco descuida la necesaria vertiente humana: en los capítulos finales aborda la escalofriante devastación y el sufrimiento que se abatieron sobre aquellos a quienes atrapó el conflicto.