Para su utilización debemos utilizar una base en brillo, preferiblemente negro o algún color oscuro. El acabado variará dependiendo del número de capas, cuanto mayor sea el número de capas, más intenso será el acabado metalizado, pero demasiadas capas pueden atenuar el efecto arcoiris. Las micro partículas quedarán visibles en la superficie, y sus reflejos irisados aparecerán al exponerse a la luz. El uso de barnices brillantes después de su aplicación potenciará el acabado, y los barnices mate conseguirán el efecto contrario. No es necesario diluir.